Recital del Indio: "Nos dieron la orden de abrir las puertas"
Gustavo Ramasco, un encargado de controlar tres de los diez accesos al recital del Indio en Olavarría, aseguró que desde la productora le dieron la orden de "abrir las puertas alrededor de las 20.30". "Trabajé en cinco shows y nunca vi tanta desorganización", sostuvo.
Desde su puesto de encargado de seguridad, Gustavo Ramasco, de 36 años, pudo ver cómo el recital de Carlos "Indio" Solari derivó en un caos el sábado. "Hubo más gente de la que se esperaba", contó quien estuvo a cargo del personal que controló tres de los diez accesos que había en La Colmena, el predio de la ciudad bonaerense de Olavarría donde se desarrolló el espectáculo de rock.
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Ramasco relató al diario salteño El Tribuno que, desde la empresa productora del evento, le comunicaron que si el público "empezaba a pechar para entrar" no había que confrontarlo. Como era de esperar, con la asistencia de más de 350 mil personas, esa situación se hizo realidad unas dos horas antes del comienzo del show.
Allanaron la productora que organizó el recital del Indio Solarihttps://t.co/obo617VqBUpic.twitter.com/sPAXDhXP7p
— minutouno (@minutounocom) 13 de marzo de 2017
"Ante el descontrol, nos dieron la orden de abrir las puertas alrededor de las 20.30", recordó el encargado. "El del sábado fue el quinto recital del Indio en el que trabajé, pero nunca había visto tanta desorganización", agregó. Aseguró que mientras se hicieron los controles a los ingresantes, hasta cerca de las 19, en los cacheos encontraron cuchillos y hasta armas de fuego. "También habíamos secuestrado una enorme cantidad de bebidas alcohólicas, pero cuando la situación desbordó no hicimos más controles", señaló. La seguridad del recital recayó sobre 1.400 agentes privados. Con el argumento de que se debía evitar enfrentamientos, fue prácticamente nula la presencia de la policía en la "misa ricotera". Ramasco afirmó que desde la productora le informaron que se vendieron unas 320 mil entradas. Si se multiplican por los $800 que costaba cada ticket, la ganancia del sábado superó los 17 millones de dólares. "Además de la gente que pagó su entrada, están los miles que siempre van sin un peso, muchos de ellos barras bravas, y son los que arman desbandes para poder entrar al recital gratis", dijo el encargado.